Hoy tuve la suerte de leer un post de mi amigo Ivan; computin, músico, cantautor y por que no escritor (tiene madera). El post mas reciente del Jardinero de dilemas, nos da conocer a un curioso personaje, se trata de Raul, uno de los locos del pueblo. Las primeras líneas de su post, me traen a memoria aquella enigmática canción de Silvio Rodríguez, un hombre extraño; los versos escritos por el autor del Rabo de nube nos muestran a otro aparente loco, que tenia la hermosa costumbre de besar todo, su amor por todo era tal, cuenta el cuento que el día que este personaje falleció, a las nubes le nacieron labios y las aves y el viento sintieron la breve caricia del roció de sus labios y la alegre sonrisa que obsequiaba su boca.
Aquí les dejo la letra de la canción, ahh y un pedasito de la canción también:
El Hombre Extraño
Era extraño aquel hombre
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.
Besaba a las personas,
al perro, al mobiliario,
y mordía dulcemente
la ventana de un cuarto.
Cuando salía a la calle
le iba besando al barrio
las esquinas, aceras,
portales y mercados.
Y en las noches de cine
(también las de teatro),
besaba su butaca
y las de sus costados.
Por estas y otras muchas,
los cuerdos lo llevaron
donde nadie lo viera,
donde no recordarlo.
Y cuentan que en su celda
besaba sus zapatos,
su catre, sus barrotes,
sus paredes de barro.
Un día sin aviso,
murió aquel hombre extraño
y muy naturalmente
en tierra lo sembraron.
En ese mismo instante,
desde el cielo, los pájaros
descubrieron que al mundo
le habían nacido labios.
Aquí les dejo la letra de la canción, ahh y un pedasito de la canción también:
El Hombre Extraño
Era extraño aquel hombre
o por tal lo tomaron,
porque besaba todo
lo que hallaba a su paso.
Besaba a las personas,
al perro, al mobiliario,
y mordía dulcemente
la ventana de un cuarto.
Cuando salía a la calle
le iba besando al barrio
las esquinas, aceras,
portales y mercados.
Y en las noches de cine
(también las de teatro),
besaba su butaca
y las de sus costados.
Por estas y otras muchas,
los cuerdos lo llevaron
donde nadie lo viera,
donde no recordarlo.
Y cuentan que en su celda
besaba sus zapatos,
su catre, sus barrotes,
sus paredes de barro.
Un día sin aviso,
murió aquel hombre extraño
y muy naturalmente
en tierra lo sembraron.
En ese mismo instante,
desde el cielo, los pájaros
descubrieron que al mundo
le habían nacido labios.
Comentarios
Gracias mae...
Lo de Ismael no es una cancion, es un relato y el link del mae del violin, buenisimo....