De golpe el primer rayo de sol me avisa que arranca el día,
ya veo es Lunes, se rompe el espacio entre despertar de resaca y un leve dolor de cabeza,
busco perezoso una aspirina entre las sobras de ayer y apresuro el paso a la cocina hasta hacerme con un vaso de agua, mis des hidratados pellejos beben hasta acabar con todo el contenido, sin embargo la señora sed aun no esta del todo complacida.
El vago recuerdo de un extraño y escabroso sueño inquieta mi mente, que será, que será, divago a solas mientras atravieso el living para recoger algunas cosas.
Que locura, los pequeños vestidos de azul o blanco atestan la calle, la nostalgia abre paso a la melancolía... pero hombre que haces, a por unos huevos y un par de frizados panes, la dureza de su cuerpo tienen reparo con unos segundos en el microondas.
Mi celebro incrédulo que es lunes, aun no arranca, un golpe de jugo de naranja intenta activar lo que no tienen goyete, después de satisfecha la jauria, busca limpiar su reseco cuero, los andados harapos, su impía posedumbre, una vez fuera de la ducha un par de trapos negros ocultan su cuerpo y algo para cubrir el descabellado pleito de gatos y perros que coronan la cabeza.
Una vez fuera de la aparente seguridad de mi concha en cuatro paredes, la impía selva de concreto me recibe con sus democráticos rayos de sol, trato de hacer la fotosintesis mientras esquivo algunos bólidos motorizados que al igual que yo, parecen ir con retraso a su destino.
Después del circo matutino que representa cruzar la calle, veo al cielo en busca de ayuda... quizá no se espero una señal de mas allá que me envié al mas acá un taxi veloz, mientras en extrañas lenguas intento explicarle al operador de la central de Taxi, donde demonios me encuentro. Al final después de unos cuantos dimes y diretes, el disparate del caos encuentra un oasis en una tuna donde se posa el salvador corcel de color sangre, me subo al taxi y mientras en un intento acrobático balanceo todos los chunches que me cuelgan mientras busco donde posar mi cansado armatoste, logro hacerle entender cual es el destino final de esta mañana.
De camino busco algunas monedas, que le aran compañía a un viejo billete de 2 mil colones, leo la leyenda que esculpe un apenas legible mensaje "Jenny y Alvaro", me golpea de frente el recuerdo de las joviales parejas que enmarcan su momento de amor en el astillado roble al lado de la escuela, o los que sin mas tarea que hacer, se dedican a recordarle al mundo que aman a Alvaro.
Al fin llegamos, el calor me mata y como vampiro en la mañana, corro a la estancia como si fueran los cien metros libres de la final mundial, como si mi vida dependiera de ello, dejando un rasto de humo tras de mí. Una vez ahí manotazos, choques de codo, veloces palabras "Hola", dan su destino en caras conocidas.
Una vez pasado el puesto de control, me despido del guarda con un clásico "Pura vida", con la consigna que el día empieza y ya todos vuelven a su rutina, los niños al aula y las parejas, las parejas solas o algunas otras por un infortunado cese de labores, juntando sus soledades en la cama, calentando el frió espacio que dejo perder su trabajo, o quizá quien sabe con algo mas de suerte al abrazado en un autentico nudo de popa de aquella persona con quien quieres estar en las buenas y en las malas, descansando de la cruel rutina que nos azota a diario, la que nos toca vivir; afortunada o infortunadamente día con día.
Buen día a todos.
Comentarios
Oh quiza una proyección de lo contidiano.
¡Saludos!
http://loscaballerosdeladamadecristal2.blogspot.com/
Esperamos tu participación.
Saludos
Los Caballeros de la Dama de Cristal